Plutón ha sido motivo de controversia en la comunidad científica debido a su condición de planeta. Para buena parte de dicha comunidad no puede ser considerado como tal y por ello perdió la denominación de planeta en 2006, año en el que la Unión Astronómica Internacional (UAI) redefinió los requisitos para ser considerado planeta, y el desdichado Plutón vio disminuido su status. Uno de las características necesarias de los planetas impuesta por la UAI es que el planeta represente la mayoría de la masa de su órbita y esto no se cumple en el caso de Plutón que está inmerso en el cinturón de Kuiper.

¿Qué es el cinturón de Kuiper? Este cinturón es una estructura con forma de anillo situada más allá de Neptuno (distancias entre 30 y 55 veces superiores a la distancia entre la Tierra y el sol) y que contiene distintos cuerpos sólidos, entre ellos Plutón. Desde 1992, y especialmente a partir de 2002, los astrónomos han identificado nuevos objetos interesantes en este cinturón. Por ejemplo, en 2002 se localizó Quoar, un planetoide con la mitad de diámetro que Plutón, y el planetoide Éride (con más masa que Plutón, aunque menos volumen) fue identificado en 2005. Conforme conocemos más del cinturón de Kuiper, Plutón es menos único.

Al no cumplir todas las características requeridas por la UAI, Plutón pasó al grupo de los planetas enanos. Es muy mala suerte llegar a ser un planeta y que te pongan el adjetivo de enano. La clasificación no deja de ser una cuestión formal, con parte de la comunidad astronómica opuesta a la decisión de la UAI y en mi opinión, es mucho más interesante el avance de nuestro conocimiento de esta región remota de la que sabemos bastante poco. Por ejemplo, de los planetoides Quora y Eride tenemos sólo mediciones indirectas (no hay imágenes) y del propio Plutón no se tuvieron imágenes hasta el año 2015 (https://www.nasa.gov/feature/new-horizons-top-10-pluto-pics). Las imágenes y vídeos que vemos en las noticias o libros de divulgación muchas veces son simplemente representaciones ya que es difícil capturar imágenes de objetos tan lejanos.

En realidad, aunque Plutón fue descubierto en 1930, tras varias décadas de búsqueda, no se tiene demasiada información sobre él debido a la gran distancia a la que se encuentra. Su órbita presenta unas características muy especiales, ya que es muy excéntrica (no es un círculo sino una elipse más alargada) y presenta una inclinación (17º) notable (esto quiere decir sin entrar en términos técnicos que su órbita cruza inclinada o “en diagonal” respecto de un plano definido por el sol). Gracias a eso no se producen choques con el planeta más cercano, Neptuno, el que en breves lapsos se aleja del Sol más que Plutón.

Una de sus principales características es su pequeño tamaño (unos 1200 km aprox. de radio). También presenta notables diferencias en los movimientos de traslación (movimiento alrededor del sol) y rotación (giro sobre sí mismo) si los comparamos con los de la Tierra. Ambos son mucho más lentos, con un periodo de rotación a lo largo de su eje de 153 horas (un día en Plutón es aprox. como 6 días de la Tierra, eso significa noches y días muy largos) y un periodo de traslación de aproximadamente 250 años. Cabe destacar que sus temperaturas medias son bastante extremas (-230º) debido a la distancia con el sol y su gravedad muy débil (0,4 m/s2). No es ciertamente un entorno muy hospitalario para la vida humana.

El planeta enano tiene cinco satélites conocidos, de los cuáles el mayor es Caronte, el cuál presenta un fenómeno de rotación muy especial, pues presenta siempre la misma cara a Plutón. Al contrario que Plutón, Caronte presenta una composición mucho más ligera, ya que el primero está formado en su mayor parte por rocas y hielo (este hielo está formado en buena parte por la atmósfera de N, metano, monóxido de carbono, que se congela y posa en superficie). Caronte fue la primera luna de Plutón descubierta, pero hoy conocemos otras cuatro: Nix, Hidra, Cerbero y Estigia. El lector puede que se haya dado ya cuenta de que Plutón y sus lunas toman nombres del inframundo de la mitología greco-romana. Plutón es el nombre romano para Hades, dios del inframundo, Caronte es el barquero que llevaba a las almas al reino de Plutón, Cerbero es el guardián a la entrada del reino de Plutón, etc.

Este pequeño cuerpo celeste representa en muchos aspectos todavía un misterio para el hombre. Sólo el tiempo dirá si somos capaces de resolverlos, desde decidir “de una vez por todas” si Plutón es un planeta o no, hasta conocer en detalle toda su geografía y tener tal vez estaciones permanentes en él.

Erwin e Icarus