Retomamos en este artículo nuestro inventario de los principales objetos contenidos dentro del sistema solar. Si en la primera parte nos centramos en los planetas rocosos situados en el sistema solar interior, ahora nos movemos a regiones mucho más alejadas en las que los principales cuerpos son planetas gaseosos. Conservamos la numeración del artículo anterior.
(8) El sistema solar exterior contiene los cuatro planetas gaseosos (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno), sus numerosas lunas, y otros cuerpos menores, como un cierto tipo de cometas conocidos como centauros.
(9) Júpiter es el quinto y mayor planeta del sistema solar, con una masa superior a 300 veces la de la Tierra. Sin embargo, esta gran masa no contiene ningún mar o continente que pueda ser explorado por futuras generaciones de humanos, ya que Júpiter es una gran bola de gas, con materiales sólidos o líquidos sólo en su núcleo. Además, debido a su gran masa, aplastaría a cualquier ser humano que se aproximase lo suficiente. La distancia entre, con lo que los dos hermanos Urano y Neptuno Júpiter y el Sol es de aprox. 5,2 UAs y vemos así que hemos necesitado recorrer casi 4 UAs desde Marte para encontrar un nuevo planeta. Al estar formado integramente por gas, resulta un poco difícil definir la temperatura en superficie. En las nubes exteriores, la temperatura es baja (aprox. -150 grados celsius) pero, conforme nos adentramos en el planeta, la temperatura aumenta y se estima que cerca del núcleo puede superar los 20.000 grados celsius (más caliente que la superficie del Sol). Esta descripción de Júpiter resulta desoladora, pero hay que tener también en cuenta que este planeta tiene 67 lunas conocidas (algunas descubiertas tan recientemente como 2011), algunas de ellas del tamaño de pequeños planetas, que sí podrían ser alcanzadas con la tecnología adecuada.
(10) Saturno es el sexto planeta del sistema solar y otro gigante gaseoso, por detrás en masa sólo de Jupiter. Aunque probablemente este planeta contiene un núcleo metálico rodeado de material líquido, este resulta innaccesible de modo directo ya que, como en Jupiter, la gran masa del planeta destruiría cualquier aparato de medición mucho antes de llegar al núcleo. La distancia de Saturno al Sol es de aproximadamente 9.5 UAs, con lo que la distancia entre Júpiter y Saturno (aprox. 4,3 UAs) es todavía mayor que la distancia entre Júpiter y Marte (3,7 UAs). En el sistema solar exterior, las distancias entre planetas se disparan. Al igual que en Jupiter, la temperatura varía según nos adentramos en las nubes del planeta, pero en sus capas superiores es muy baja (aprox. -190 grados celsius) ya que nos hemos alejado significativamente del Sol. Los anillos de Saturno están formados por polvo, agua y piedras así distribuidos en torno al planeta por la fuerza de la gravedad. Saturno tiene 53 lunas confirmadas y 9 lunas probables, que ofrecen más potencial para la exploración que el propio planeta.
(11) Urano es el séptimo planeta del sistema solar y es un planeta gaseoso. Urano (y también Neptuno) contienen más "hielos" como agua, amoniaco y metano que Saturno y Jupiter, por lo que a veces reciben el nombre de gigantes de hielo, para distinguirlos de los gigantes gaseosos Júpiter y Saturno. Su distancia media al Sol es de 19.2 UAs, lo que implica que la distancia entre la Tierra y Urano es casi 40 veces la distancia entre nuestro planeta y Marte. No hay evidencia de que Urano tenga un interior sólido y las temperaturas de las capas interiores de Urano son mucho más bajas que las de Saturno o Júpiter. En capas relativamente exteriores de su atmósfera, las temperaturas son muy bajas y se aproximan a los -200 grados celsius. El sistema de satélites de Urano es el menos masivo de los gigantes gaseosos, aunque contiene 27 lunas conocidas.
(12) Neptuno es el octavo planeta del sistema solar y recibe a veces el apelativo de planeta gemelo de Urano por ser también un planeta gaseoso con mayor contenido de hielo de agua y otros elementos que Júpiter y Saturno. Sin embargo, los dos planetas presentan diferencias notables. La distancia de Neptuno al Sol es de aprox. 30 UAs, con lo que los dos hermanos Urano y Neptuno Júpiter y el Sol es de aprox. 5,2 UAs y vemos así que hemos necesitado recorrer casi 4 UAs desde Marte para encontrar un nuevo planeta. Al estar formado integramente por gas, resulta un poco difícil definir la temperatura en superficie. En las nubes exteriores, la temperatura es baja (aprox. -150 grados celsius) pero, conforme nos adentramos en el planeta, la temperatura aumenta y se estima que cerca del núcleo puede superar los 20.000 grados celsius (más caliente que la superficie del Sol). Esta descripción de Júpiter resulta desoladora, pero hay que tener también en cuenta que este planeta tiene 67 lunas conocidas (algunas descubiertas tan recientemente como 2011), algunas de ellas del tamaño de pequeños planetas, que sí podrían ser alcanzadas con la tecnología adecuada.
Están separados por una gran distancia de aprox. 10 UAs, mayor que la distancia de Satuno al Sol. La lejanía del Sol hace que en las capas exteriores de Neptuno, se registren bajas temperaturas de -200 grados celsius, pero, interesantemente, el interior de Neptuno contiene temperaturas más altas que las de Urano, con una temparaturaestán separados por una gran distancia de aprox. 10 UAs, mayor que la distancia de Satuno al Sol. La lejanía del Sol hace que en las capas exteriores de Neptuno, se registren bajas temperaturas de -200 grados celsius, pero, interesantemente, el interior de Neptuno contiene temperaturas más altas que las de Urano, con una temparatura estimada en su núcleo de aproximadamente 5.100 grados celsius. Comparado con Urano, Neptuno es una bola de gas mucho más caliente. Neptuno contiene 14 lunas, pero una sola de ellas, Tritón, concentra el 99.5% de la masa del sistema lunar de este planeta.
(13) Más allá de Neptuno: Las regiones del sistema solar más allá de Neptuno han sido exploradas sólo en una pequeña fracción. En esta región existen miles de objetos a temperaturas muy bajas debido a la elevada distancia al Sol. Dos regiones significativas que acumulan estos objetos son el cinturón de Kuiper y el disco difuso. El cinturón de Kuiper alberga a Plutón, a otros planetas enanos y a miles de objetos menores en órbitas entre las 30 y 50 UAs. El disco difuso se solapa con el cinturón de Kuiper pero cubre órbitas todavía mayores, desde 30 UAs hasta más de 100 UAs. Se estima que el disco difuso es fuente de varios cometas del sistema solar. Estas interesantes regiones de frontera merecen su propio artículo.
Es complicado fijar la frontera exacta entre el sistema solar y el medio interestelar, ya que se podrían utilizar varios criterios: la órbita más alejada del último objeto sólido por encima de un cierto nivel de masa (objeto desconocido en la actualidad), el límite del radio de alcanze de la radiación solar, intensidad de la fuerza gravitatoria del sol, etc. En este artículo tomaremos como frontera, la heliopausa, la región en la que el viento solar (radición de partículas de nuestro sol) se compensa con la radiación de partículas proveniente del espacio interestelar. La sonda norteamericana Voyager 1 alcanzó esta región a aprox. 120 UAs del Sol en 2012.
(14) Plutón: Este planeta enano ya ha sido comentado en detalle en su propio artículo (ver enlace) pero recuperamos aquí algunas de sus características principales para su comparación con el resto de objetos principales del sistema solar. La distancia media al Sol de Plutón podría fijarse en torno a las 40 UAs, pero este dato es menos útil que en el caso de los planetas comentados, ya que las diferencias entre la distancia de órbita mínima (aprox. 30 UAs) y distancia máxima (aprox. 50 UAs) de Plutón son mucho más grandes que en el caso de los planetas mayores. A estas grandes distancias del Sol, la temperatura media de Plutón es baja, alcanzando los -230 grados celsius. Plutón es el objeto conocido del cinturón de Kuiper con mayor volumen, aunque no el de mayor masa.
Concluimos aquí nuestro recorrido por el sistema Solar. Esperamos haber fijado en el lector el hecho de que el Sol transmite energía a todos los objetos del sistema solar y que esta transmisión se debilita con la distancia, con una frontera fría de nuestro sistema. Queremos destacar también una última vez la magnitud de las distancias discutidas, que ya son impresionantes cuando consideramos los planetas más cercanos a la Tierra, pero que desafían la comprensión humana cuando consideramos regiones tan alejadas como el cinturón de Kuiper o el disco disperso. Volveremos sobre estos temas en futuros artículos de astronomía.
Escrito por Erwin